miércoles, 8 de diciembre de 2010

Una tarde...como otra cualquiera.

Sentado en mi habitación, contemplando la pantalla de mi ordenador, palabras, imágenes la llenan. Versos, rimas, melodías resuenan en mi cabeza. Pasan las horas, los minutos, cada segundo, una eternidad. Pensamientos que vuelan por mi cabeza como pájaros buscando el calor estival, huyendo de la humedad y el frío invernal, casualmente, uno de esos pequeños pájaros se posa, permitiéndome captar, por un mínimo instante, su imagen. No es un simple pájaro, es la imagen de uno de mis sueños, sueños que en su momento fueron utopías, pero que, día a día, están más cerca de verse realizados. Sueños de adolescente, baladís en el momento de su creación que cobran vida en mi mente apartándome del mundo real, brindándome la oportunidad, ínfima y efímera de viajar en espacio y tiempo a otro mundo, en el cual sigo sentado en mi habitación, pero contigo.

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